
Trabajando sobre esta base decidí limitar mis herramientas a internet, y por lo tanto a la imagen digital: bytes que viajan a través de la red y se transcriben en imágenes una vez llegados a su destino. Todo enviado por correo electrónico: la comunicación se produce via e-mail.
Para reforzar la idea de inmediatez del envío realizado de esta manera, para que la interpretación del mensaje fuese automática e inmediata, todos y cada uno de los pedazos que componen la instalación podían ser imprimidos en tamaño A4.
La distancia física y mental, la idea del contacto virtual entre realidades distintas y personas que no se conocen (Venecia-Cholula, Cholula-Venecia, yo como individuo y mis interlocutores al otro lado: Isaac y el público), determinaron la escala de representación (tenía que ser un cara a cara, desafiar la escala de la pantalla agrandando los objetos a su escala real, si bien fragmentados a modo de puzzle) y la elección misma de las imàgenes (esos objetos y personajes que viajaron a la habitación de Cholula, al mismo tiempo que permanecían en su ubicación original: Venecia, mi casa).
En la práctica, las circunstancias determinaron además previsibles cambios de estrategia: la obra mutó, se adaptó a nuevas condiciones. Hizo falta buscar soluciones, contrastar opiniones (y todo ello rigurosamente via e-mail). Al final quedó expuesta esencialmente como proyecto de intervención en el espacio de seisporseis: proyecto que expuesto se convirtió en intervención en si mismo.
Trabajar a distancia de esta manera quiere decir sacrificar algo esencial de una obra desde mi punto de vista de artista: la experiencia física directa con el espacio transformado, la mia y la de los otros; verificar in situ el éxito o no de la intervención, o en cualquier caso su acogida. Y aun así habia que probar, demostrarme a mì misma cuánto es importante en realidad. Dadas las premisas con las que nos propusimos trabajar, creo que el resultado final fue coherente, o al menos constituye en sí mismo objeto de reflexión: el punto de partida que elegimos como eje de la intervención implicaba ciertos riesgos, que se convirtieron en parte del desarrollo de Léxico familiar.
